Seth Rogen y Paul Rudd recuerdan sus “batallitas” en este spot de Lay’s

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En el spot de Lay’s para la Super Bowl Seth Rogen y Paul Rudd echan la vista a atrás para recordar sus “batallitas” antes de que Rogen pase por el altar.

Tras descolgarse con un par de intrigantes «teasers» el esperado spot de Lay’s para la Super Bowl ha salido por fin del cascarón (y no decepcionará probablemente a los fans).

El anuncio, de 60 segundos de duración y rubricado por la agencia Highdive, lo protagonizan Seth Rogen y Paul Rudd. Ambos echan la vista a atrás para recordar sus «batallitas» antes de que Rogen pase por el altar.

Retrotrayéndose a sus aventuras pretéritas, Seth Rogen y Paul Rudd protagonizan situaciones extraordinariamente cómicas. Vemos a ambos intérpretes disfrutar a viajes en carretera con la música de Shania Twain sonando a todo trapo en el interior del vehículo, enfrentarse a situaciones cercanas a la muerte, lidiar con temible secuestrador o involucrarse en un pelea entre bandas callejeras.

En el spot de Lay’s para la Super Bowl hay toda plétora de escenas delirantes y en todas ellas las patatas fritas de la marca asumen un rol absolutamente protagonista.

Tras recordar las aventuras increíbles que los protagonistas han vivido juntos en el pasado, el spot fija la mirada en la boda de Seth Rogen, que no es por supuesto un enlace al uso, puesto que la novia resulta ser una zombi.

Seth Rogen y el director y guionista estadounidense Evan Goldberg trabajaron con Lay’s en el guion del anuncio, que dirige el propio Goldberg.

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El nuevo spot de Lay’s para la Super Bowl constituye el regreso de la célebre marca de patatas fritas a las pausas publicitarias de la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) después de una pausa de 17 años.

La 56ª edición de la Super Bowl se emitirá al otro lado del charco el próximo 13 de febrero en la NBC. La cadena ha cobrado este año a los anunciantes una voluminosa tarifa de 6,5 millones de dólares por cada anuncio de 30 segundos que se abra paso en las pausas publicitarias del que se ufana de ser el gran evento publicitario del año allende los mares.

El año pasado la CBS, que retransmitió por aquel entonces la Super Bowl, barajó tarifas publicitarias bastante más modestas (la pandemia estaba, al fin y al cabo, en todo su apogeo) y cobró a las marcas 5,5 millones de dólares por cada anuncio de 30 segundos. En 2021 la final de la NFL cosechó una audiencia de 96,4 millones de espectadores.

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