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Debido a los problemas en la cadena de suministro McDonald’s se ha visto obligado a racionar las patatas fritas en tierras niponas, donde este producto se comercializará solo en raciones pequeñas.
Los japoneses que aman con todas sus fuerzas las patatas fritas de McDonald’s y adoran atiborrarse de este calórico alimento tendrán que contener a la fuerza su apetito. Debido a los problemas en la cadena de suministro la célebre cadena de los arcos amarillas se ha visto obligado a racionar las patatas fritas en tierras niponas, donde este producto se comercializará solo en raciones pequeñas.
El COVID-19 y las inundaciones en Canadá han impuesto cuellos de botella en las importaciones de patatas y la filial japonesa McDonald’s ha tomado la determinación de comercializar solo patatas fritas de tamaño pequeño durante una semana a partir de este viernes.
«Debido a las inundaciones en las inmediaciones del puerto de Vancouver y las problemas en la cadena de suministro ocasionados por la pandemia del coronavirus hay retrasos en la importación de patatas«, explica McDonald’s.
La compañía asegura que ha tenido que tomar esta medida para garantizar que sus clientes puedan aún pedir patatas fritas en sus menús, aun cuando el «aprovisionamiento estable de materias primas» está demostrando ser bastante difícil.
Ya hubo carestía de patatas fritas en Japón hace siete años
McDonald’s se enfrentó a problemas similares en diciembre de 2014, cuando una disputa laboral tuvo lugar en la región del Pacífico.
Por aquel entonces más de 3.000 restaurantes de McDonald’s en Japón (que es el mercado asiático más importante para la importación de patatas congeladas oriundas de Estados Unidos) anunciaron que venderían solo porciones pequeñas de patatas fritas debido al conflicto entre 20.000 trabajadores portuarios y navieras en 29 puertos sitos en la costa oeste de Estados Unidos.
Hace siete años McDonald’s atajó el problema importando 1.000 toneladas de patatas congeladas vía aérea.
Las restricciones actuales se producen en uno de los periodos más activos para McDonald’s en Japón, cuando las escuelas y las oficinas comienzan a cerrar sus puertas coincidiendo con las vacaciones de Navidad.
La carestía de patatas fritas en Japón coincide además con una tradición nipona muy arraigada: la de celebrar el día de Navidad engullendo viandas como si no hubiera mañana en KFC, rival de McDonald’s.
Los problemas en la cadena de suministro emanados de la pandemia y la consiguiente escasez de microchips continúan, por otra parte, baqueteando seriamente a los fabricantes automovilísticos japoneses. Uno de ellos es Toyota, que ha anunciado ya recortes en la producción debido a los problemas en la cadena de suministro en el sureste de Asia.
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