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Los demócratas están preparando en EE.UU. un proyecto de ley que de aprobarse prohibiría el uso de información como el sexo o la edad para implementar acciones de publicidad personalizada.
Adiós a la publicidad personalizada que echa raíces en la edad o el género. Esta una de las restricciones que contempla un nuevo proyecto ley que están preparando los demócratas en Estados Unidos.
Diferentes miembros del Partido Demócrata han presentado ya en el Cámara de Representantes y en el Senado una legislación de nueva hornada que, de aprobarse, prohibiría el uso de información personalmente identificable para implementar acciones de publicidad online.
El proyecto de ley, bautizado con el nombre de «Banning Surveillance Advertising Act» nace con la vocación de poner palos en las ruedas a la ubicua publicidad personalizada, si bien contemplará algunas excepciones.
En términos generales la nueva normativa vetará la publicidad que se valga de datos personales como el género o la edad. Sin embargo, el despliegue de anuncios basados en la localización del usuario seguirá estando autorizado. Y tampoco habrá cortapisas a la publicidad que echa anclas en el contenido que el usuario contempla en la red de redes.
El proyecto ha sido presentado por Anna Eshoo y Jan Schakowsky en la Cámara de Representantes y por Cory Booker en el Senado. «El modelo de negocio apoyado en la publicidad que vigila al usuario se basa en la compilación inapropiada de información personal que hace posible el targeting», denuncia Eshoo. Y este tipo de publicidad promueve «la desinformación, la discriminación, la represión de los votantes y el abuso de la privacidad», enfatiza Eshoo.
Multas de hasta 5.000 dólares por vulnerar la ley
La Comisión Federal de Comercio (FTC), que vela por la competencia, por una parte, y protege al consumidor, por otra, estaría autorizada, en virtud de la nueva ley, a emprender acciones contra las violaciones de la normativa en colaboración con los fiscales generales. Cada violación sería penada por una multa de hasta 5.000 dólares. Y los usuarios individuales tendrían también la opción de demandar a las plataformas donde se abre paso la publicidad personalizada.
Los gigantes de internet se verían lógicamente afectados por la norma. No en vano, Meta (la matriz de Facebook) y Google basan buena parte de su modelo de negocio en la publicidad personalizada. Y ese modelo sería impactado de manera muy severa por la ley.
El proyecto de ley de los demócratas irrumpe cuando al otro lado del charco está teniendo lugar un acalorado debate sobre la privacidad y el impacto de plataformas como Facebook e Instagram en la sociedad. A ese debate contribuyeron en gran medidas las explosivas revelaciones hace unos meses de la exempleada de Facebook Haugen. Según esta antigua trabajadora de la empresa de Mark Zuckerberg, Facebook es perfectamente consciente del perjuicio que causa a sus usuarios, pero no implementa ninguna medida para no menoscabar sus propios ingresos y beneficios.
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