Los “audios de la verdad” de la corona de Moctezuma

Las campañas publicitarias y acciones pueden servir para remover los cimientos de la sociedad y hacer reflexionar en ámbitos muy distintos, como el cultural. Es el caso de lo que hicieron Yosu Arangüena y Sebastian Arrechedera en el Museo Welt de Viena, con motivo de la corona de Moctezuma.

Este tocado de plumas prehispánico mexicano se encuentra ahora mismo en dicha institución, algo con lo que no está conforme el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Este calificó de “anticultural” la política vienesa por no aceptar que se pueda exhibir en su país.

Esto fue lo que llevó a los dos profesionales a colocar los «audios de la verdad» en el museo de Viena. La finalidad de las mismas es trasladar la verdadera historia de este tesoro mexicano, también conocido como el penacho de Moctezuma. Las mismas están narradas por Xokonoschtletl Gómora, un bailarín y activista que ha trabajado incansablemente para que regrese a México.

«Nos parece una idea muy simple, que básicamente consiste en poder llevar la voz de Xokonoschtletl Gómora en réplicas de esas audioguías e introducirlas en el museo para que todos oigan su voz y su verdad, no solo la de él, sino la de muchos otros mexicanos que también quieren que vuelva la corona», asegura Sebastian Arrechedera.

Con los «audios de la verdad» se ha vuelto a sacar a la palestra la polémica con la corona de Moctezuma

Este gesto ha conseguido que la polémica vuelva a estar sobre la mesa, e incluso que la diputada Petra Bayr presentara una moción en el Parlamento de Austria el 26 de enero. «Lo que queríamos era empezar un diálogo y llevar la otra parte de la historia«, declara Yosu Arangüena.

Mediante los audios de la verdad quieren hacer ver que sí hay medios para conseguir que la corona de Moctezuma vuelva a México sin que esta sufra desperfectos. «Cuando pones el audio 68, no oyes el que el museo tiene, oyes la versión de Xokonoschtletl», asegura Arangüena. Este explica que la corona de Moctezuma fue robada a México durante la Conquista Española, para ser trasladada a Europa como un artículo exótico.

«Hasta ahora ha sido increíble cómo los medios han tomado esta acción», añade Sebastian, quien señala que esta intervención artística «solo busca darle voz a alguien».