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Los centennials no están tan prestos a mirarse al ombligo como las generaciones precedentes y las marcas harían bien en apelar no tanto a la individualidad como al bien común.
Durante décadas las marcas han tratado de dorar la píldora al consumidor y llevárselo al huerto apelando sobre todo y ante todo a sus deseos y necesidades individuales, asumiendo, por ende, que el ser humano vela fundamentalmente por su propio bienestar (y que el de los demás le es más bien indiferente). Sin embargo, parece que los consumidores más jóvenes no están tan prestos a mirarse al ombligo como las generaciones precedentes y las marcas harían bien en apelar no tanto a la individualidad como al bien común. Así se desprende de un reciente estudio de la agencia de relaciones públicas Edelman.
El informe concluye que las prioridades de la Generación Z a la hora de relacionarse con las marcas están emparentadas con aquello que redunda en beneficio de la sociedad en general y no tanto en aquello que a los centennials les atañe en el plano puramente personal.
La importancia que la Generación Z concede a los valores que para ella resultan personalmente relevantes es sustancialmente más baja en otros grupos demográficos. Solo el 38% de los centennials otorga relevancia a este tipo de valores (frente al 51% de los consumidores adultos).
Para ganarse el favor de los centennials las marcas deben invertir en el bien común
En este sentido, en el sendero que deben recorrer las marcas hasta llegar al corazón de la Generación Z es absolutamente ineludible invertir en el bien común, en acciones contra el cambio climático o en iniciativas con el foco puesto en la justicia social.
Conviene asimismo hacer notar que cada vez más centennials juzgan a las marcas por la forma en que tratan a sus empleados. No en vano, 8 de cada 10 jóvenes adscritos a la Generación Z toman en consideración el trato que las marcas dispensan a sus empleados a la hora de tomar decisiones de compra. Y no solo eso. 7 de cada 10 centennials fijan deliberadamente la mirada en el hecho si una compañía procura o no soporte a grupos minoritarios y dispone de una estrategia de responsabilidad social corporativa cuando está en juego la elección de un lugar para trabajar.
La Generación Z está además muy involucrada en el activismo social. El 70% de los centennials confiesa estar comprometido con alguna causa social o política.
Teniendo en cuenta que los consumidores más jóvenes están especialmente prontos a formar parte de movimientos globales, las marcas deben considerar cuáles son sus aportaciones para hacer del mundo un lugar un poco mejor en lugar de agasajar a sus clientes individuales con valores específicos.
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