adidas y H&M finiquitan una escaramuza legal de hace 24 años

Corría el año 1997 cuando H&M lanzaba una nueva colección deportiva bautizada con el nombre de «Work Out». Formaban parte de esta colección chaquetas y pantalones con dos rayas superpuestas en los laterales de las prendas. adidas vio en esas dos rayas un vil remedo de sus celebérrimas tres rayas (que son marca registrada) y se inició entonces una batalla legal que ha tardado la friolera de 24 año en solventarse de manera definitiva.

A principios de 2020 el caso pareció llegar a término (pero fue solo un cierre en falso). De acuerdo con la corte de La Haya que juzgó el caso, H&M no cometió infracción alguna contra la marca registrada de adidas en su colección «Work Out».

A adidas no le satisfizo, no obstante, esta sentencia y decidió apelarla entonces ante el Tribunal Supremo de Países Bajos (la máxima corte judicial en aquel país). La batalla legal se prolongó entonces durante un año más.

Pero parece que la escaramuza ha sido, ahora así, finiquitada para siempre. Con rechazo del recurso de casación presentado en su día por adidas, el Tribunal Supremo ha dado definitivamente término a un conflicto legal que se ha prolongado durante más de dos décadas. El Tribunal Supremo ha dado por válida la sentencia emitida en 2020 por la Corte de Apelaciones de la Haya, según la cual H&M no violó la marca registrada de adidas.

Un conflicto que se remonta al año 1997 y donde no hubo ánimo de acuerdo entre las dos partes involucradas

El primer juicio emanado de esta larguísima contienda legal se celebró por la vía urgente el 2 de octubre de 1997, el mismo año en que H&M lanzó su controvertida colección al mercado.

En casos como el de H&M y adidas en lo que están involucradas eventuales infracciones de la propiedad intelectual las dos partes involucrados suelen llegar extraoficialmente a un acuerdo una vez emitido el primer dictamen (que suele llegar en apenas cuatro semanas).

Sin embargo, es más que evidente que H&M y adidas no fueron capaces de alcanzar acuerdo alguno y por eso su batalla legal siguió abierta en los tribunales, a todas luces por el interés de la marca alemana de intentar que el caso sentara un precedente y evitar ulteriores casos de infracción de la propiedad intelectual por parte de otros rivales.

Nadie pensó probablemente hace 24 años que el conflicto originado primigeniamente en 1997 no sería resuelto hasta 2021 (y quitando para más inri la razón a quien plantó la simiente de la contienda).