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Hay 7 tipos diferentes de consumidores sostenibles: misioneros, estetas, amantes del reciclaje, minimalistas, creadores, hedonistas y compradores enfocados a la sostenibilidad.
La sostenibilidad es la tendencia más en boga del momento en el universo del consumo. Y cada vez más gente trata de amoldar sus hábitos de consumo (otrora bastante deficitarios desde el punto de vista de la sostenibilidad) a la protección del medio ambiente, que languidece lamentablemente a un ritmo preocupantemente encabritado.
Sin embargo, no todos los consumidores se aproximan de manera exactamente igual a la sostenibilidad. Las personas que deciden revestir de una pátina más sostenible sus hábitos de consumo hacen suyos múltiples enfoques para procurar aliento al baqueteado planeta Tierra.
Un estudio llevado a cabo en Alemania por la empresa especializada en publicidad exterior Ströer ha identificado 7 tipos diferentes de consumidores sostenibles: misioneros, estetas, amantes del reciclaje, minimalistas, creadores, hedonistas y compradores enfocados a la sostenibilidad.
Los consumidores minimalistas tratan de apaciguar su conciencia medioambiental con gestos pequeños pero loables como separar adecuadamente la basura, prestar atención al reciclaje y evitar utilizar bolsas de plásticos de un solo uso. Por su parte, los compradores para los cuales la sostenibilidad es una suerte de faro en sus compras no están dispuestos a renunciar al consumo, pero que procuran arrojar en el carrito de la compra productos sostenibles y duraderos.
Permeadas de más enjundia están las acciones de los consumidores misioneros, que tratan de emular a Greta Thunberg, se involucran de manera muy activa en la protección del clima y se esfuerzan además en convencer a quienes están a su alrededor de ser partícipes de su misión.
Cada consumidor es un mundo confrontado con la sostenibilidad
«Es más que evidente que no todo el mundo que se rige por la sostenibilidad en sus acciones actúa igual y casi todos los consumidores interpretan de manera diferente la sostenibilidad», explica Annina Bleek, Senior Vice President Solutions Studio de Ströer.
Los estetas, los creadores y los compradores enfocados a la sostenibilidad son en términos generales muy receptivos al dúo formado por publicidad y protección del medio ambiente y contemplan los anuncios como una excelente oportunidad de aplacar los problemas medioambientales y motivar a la gente para actuar de manera más responsable. Para estos tres tipos de consumidores es muy importante, eso sí, que la publicidad de naturaleza sostenible esté en perfecta sintonía con los valores del anunciante.
Por su parte, los consumidores misioneros tampoco le hacen ascos a la sostenibilidad en la publicidad, pero no pueden evitar contemplar a menudo este tipo de publicidad como farisea (algo que sucede también entre los amantes del reciclaje).
Los hedonistas y los minimalistas muestran en términos generales una actitud menos positiva hacia la publicidad emparentada de manera directa con la sostenibilidad. Pero tanto a uno como a otro grupo les hacen mucho tilín los productos sostenibles. Resulta esencial, en todo caso, para ellos que la funcionalidad y la calidad de tales productos estén en primerísimo plano en la publicidad. Por esta razón que los anuncios sean de naturaleza informativa y factual juega un rol absolutamente preponderante tanto para los hedonistas como para los los minimalistas.
Finalmente, los canales publicitarios con los que se muestran más afines los consumidores sostenibles son la publicidad exterior y las plataformas digitales (en particular el móvil).
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