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El nuevo BMW XM es un SUV de “look” abracadabrantemente monstruoso cuyo diseño brutalista poco o nada tiene que ver con el encanto y la elegancia del viejo M1.
El primer automóvil de la Serie M de BMW vio la luz en 1978. Era el vistoso vehículo deportivo BMW M1, cuya característica parte trasera es hoy toda una leyenda en el universo del automovilismo y su rango de precios en el mercado de segunda mano se mueve entre 500.000 euros y un millón de euros (una cifra estratosférica si tenemos en cuenta que hablamos de un coche de hace más de 40 años).
Pues bien, el emblemático BMW M1 tiene sucesor y es totalmente opuesto al de su predecesor. El primer automóvil de la Serie M de BMW en 43 años, el nuevo BMW XM, es un SUV de «look» abracadabrantemente monstruoso cuyo diseño brutalista poco o nada tiene que ver con el encanto y la elegancia del viejo M1.
El coche celebrará mañana su «première» en la feria Art Basel de Miami y en él la belleza y la elegancia brillan a todas luces por su ausencia, pero parece que se trata de algo deliberado. El nuevo BMW M1 aspira a encarnar el poder y el lujo más allá de todas las convenciones, según confiesa la propia compañía.
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En el nuevo M1 el fabricante automovilístico alemán lleva al extremo los «riñones» gigantes de BMW, un elemento de diseño que ha sido objeto de una polarización absolutamente feroz en los últimos tiempos por parte de los fans de la marca teutona.
Concebido para atraer clientes sobre todo y ante todo en Estados Unidos, el nuevo BMX XM es un automóvil híbrido que verá la luz a finales de 2022 y que exagera (totalmente adrede) la provocación a él inherente como un fin en sí mismo. En las redes sociales el nuevo automóvil de BMW ha provocado por lo pronto un auténtico terremoto (y no de naturaleza positiva precisamente).
Algunos han llegado a comparar el BMW XM con un teléfono Nokia de dimensiones colosales. Otros le echan en cara que en modo eléctrico semejante coloso tenga una autonomía de apenas 80 kilómetros.
«Es la última cosa que un ciclista o un niño querrían ver antes de morir», dice un tuitero (que apostilla que los tanques, con los que el BMW XM guarda un asombroso parecido, no deberían estar autorizados a circular por la carretera).
«Se trata de un coche para todos aquellos a los que no les importan ni el medio ambiente ni otras personas y que si te atropellaran, ni siquiera se tomarían la molestia de mirar atrás», apunta otro tuitero.
Si BMW quería provocar con su nuevo XM, es más que evidente que lo ha conseguido con creces.
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