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Whole Foods se cuelga del brazo del famoso tiktoker Rudy Willingham en una campaña integrada por viñetas animadas que cobran vida con los sabrosos alimentos de la filial de Amazon como telón de fondo.
Antes de triunfar como creador de contenido en TikTok (4,3 millones de seguidores) y en Instagram (382.000 millones de «followers») Rudy Willingham se ganaba la vida trabajando en agencias como WongDoody y DNA Seattle para anunciantes como Amazon, T-Mobile y Alaska. Este artista afincado en Seattle (Estados Unidos) debe su arrolladora fama en las redes sociales a sus hipnóticas animaciones «stop motion”, las mismas que le han llevado a colgarse del brazo de NBA, Volvo, Hasbro y ahora también Whole Foods.
Rudy Willingham rubrica para la célebre cadena de supermercados «Be Healthy. Be Happy. Be Whole», una campaña integrada por viñetas animadas que cobran vida con los sabrosos alimentos de la filial de Amazon como telón de fondo.
Integrada por seis spots (dos de 30 segundos y cuatro de 15 segundos de duración), la campaña pivota en torno a siluetas primorosamente recortadas de personas jugando en el parque, haciendo yoga y bailando al son del tema «Every Beat of My Heart» de Du-Ettes.
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La técnica del «stop motion», maridada con los fondos eternamente cambiantes de las verduras, las frutas, los quesos y otros alimentos del delicioso porfolio de Whole Foods, hacen hincapié en la importancia de nutrir el cuerpo con alimentos saludables.
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En la campaña estuvieron involucrados entre 500 y 600 recortables. «El proceso de impresión y posterior recorte de las siluetas llevó entre dos y tres semanas. Es un proceso de naturaleza muy intensa. No hay, al fin y al cabo, efectos digitales», explica Rudy Willingham.
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El rodaje de la campaña se llevó a cabo durante dos noches en las entrañas de una tienda de Whole Foods. «En Whole Foods se respira un profundo sentido del bienestar. Los consumidores hacen la compra ateniéndose a la vida que desean vivir y no tanto por necesidad. Queríamos que los anuncios fueran como pequeños vídeos musicales. Y casi parecen táctiles por su deliberado carácter artesanal», añade Willingham.
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Sobre su salto de las redes sociales a la mucha más clásica televisión Willingham enfatiza que «hay un nivel de prestigio en los medios tradicionales del que son huérfanos los canales online. Mucha gente cree que todo es online, pero definitivamente hay también espacio para los canales offline», dice el creador.
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