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El 61% de los consumidores pone ojitos al metaverso y el 11% se ha tirado ya a la piscina de los mundos virtuales en plataformas como Second Life o Decentraland.
Desde que Mark Zuckerberg anunciara a bombo y platillo el pasado mes de octubre que Facebook se lo jugaba todo a la carta del metaverso, muchos viven en estado de shock y en su cabeza bullen multitud de preguntas. ¿Hasta qué punto tiene potencial esta tecnología? Aunque muchos recelan (probablemente con razón) del universo virtual paralelo que plantea el metaverso, lo cierto es que su potencial es grandísimo. Así se desprende al menos de un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por OMD.
El 61% de los consumidores consultados en su informe por OMD pone ojitos al metaverso y el 11% se ha tirado ya a la piscina de los mundos virtuales en plataformas como Second Life, Decentraland, AlphaVerse o Next Earth.
En esta misma línea, el 18% de los consumidores prevé incursionar próximamente en el metaverso y el 32% puede imaginarse perfectamente desenvolviéndose en universos virtuales.
Las actividades a las que la gente tiene a bote pronto más ganas de hincar el diente en el metaverso son los viajes (48%), el «gaming» (46%) y la educación (45%). Al 41% le hacen asimismo tilín los universos virtuales como espacios enfocados al contacto social y a las compras y el 37% cree que el metaverso alberga muchas posibilidades desde el punto de vista de las experiencias de naturaleza cultural.
El metaverso es un auténtico vergel de oportunidades comerciales para los anunciantes
Del estudio de OMD se infiere (y este es un dato importante para los anunciantes) que un número más que respetable de consumidores están más dispuestos a dejarse tentar por el metaverso y hacerlo además sin demasiadas reservas.
De acuerdo con OMD, las posibles áreas de aplicación de esta tecnología de nueva hornada incluyen el patrocinio de eventos virtuales, las sesiones virtuales de «shopping» y el uso comercial de los NFT.
En los universos virtuales los anunciantes pueden valerse además del «eye tracking» para rastrear tendencias en tiempo real y las emociones solapadas a tales tendencias.
«El metaverso es en muchos sentidos el internet del futuro, un universo donde mundos reales y virtuales se amalgamarán sin fisuras«, enfatiza Sophie-Lulu Bloch, experta en redes sociales de OMD.
En el metaverso el targeting podría ganar además en aún mayor precisión, lo cual captará probablemente la atención de muchos anunciantes ante el inminente óbito de las «cookies».
La colosal cantidad de datos que se manejan en el metaverso puede, no obstante, constituir un problema y abrir la espita de la reticencia entre los consumidores. «Puesto que el metaverso es un mundo virtual donde los usuarios pueden moverse, comprar e incluso trabajar, se compilan también muchos datos sobre ellos. Está aún por ver cómo se gestionará la protección de datos en el metaverso y quiénes tendrán realmente acceso a todos los datos», advierte Bloch.
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