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El marketing está presente en todas partes, y ser un profesional especializado en esta área resulta indispensable ya no sólo para quienes quieran meter la cabeza en el mundo de la publicidad, sino también para aquellos que buscan tener una visión de negocio más amplia.
¿Quieres formarte en este ámbito? Vamos a ayudarte a encontrar el mejor máster en marketing. A continuación, repasamos las claves para escoger un buen máster en marketing. Opciones formativas como la del Máster Marketing de la Cámara de Comercio de Madrid encajan por completo en lo que vamos a explicar ahora. De hecho, sirve como referente a la hora de establecer un baremo de calidad en la formación profesional y avanzada dentro de este sector.
El profesorado es esencial no sólo en este tipo de máster, sino en cualquier formación que quiera presumir de calidad. De la misma manera, como es importante que tengan experiencia en el campo de la docencia, también es muy aconsejable que sean expertos que vengan de equipos con experiencia en el terreno. Con profesores versados en diseño, campañas de publicidad, redes sociales y todos los frentes del marketing, que hayan trabajado en equipos profesionales multidisciplinares y sepan la realidad de cada especialización, se puede afirmar que la formación de calidad está garantizada.
El precio es un factor que juega un peso más que considerable a la hora de escoger un programa a nivel de postgrado. Obviamente, un máster en marketing excesivamente barato podría ser un poco sospechoso y, muy probablemente, no esté a la altura de lo que pueda dar una oferta de calidad. Las cifras son muy dispares en este terreno, pero no tengas miedo a pagar una suma considerable de dinero, la acabarás recuperando y con creces en un período breve de tiempo.
Dar a la formación un enfoque práctico es vital, porque es la mejor manera de que los estudiantes se preparen de cara al día a día en el mundo del marketing y su aplicación en los diferentes entornos empresariales. Casos reales, manejo de los programas habituales, el análisis del comportamiento y hábitos del consumidor, los encargos que suelen hacer los clientes, el trato con empresas, el diseño, las ideas, la progresión de las estrategias… Todo esto puede darse a nivel teórico, pero el momento de la verdad es cuando se entiende llevado a la práctica.
¿Qué planificación tiene el máster? ¿Hay prácticas, qué empresas están implicadas, cuántos años dura, cómo se reparten teoría y práctica, qué asignaturas se dan? Todo ese conjunto de interrogantes debe tenerse muy en cuenta en todo momento, sobre todo a la hora de ver cómo está diseñado el programa académico y analizar el peso se da al marketing digital y al tradicional. La correcta fusión de ambos campos es esencial para estar idóneamente preparado tanto para el presente como para el futuro de las decisiones estratégicas de marketing que se tengan que tomar.
Los proyectos son una parte indispensable de cualquier máster, y más de uno en marketing. En este frente, lo mejor es que se plantee uno desde el comienzo de curso y que se vaya desarrollando a lo largo del mismos y, a ser posible, y se acompañe en paralelo o termine con las prácticas de empresa. De hecho, algunos másters ofrecen la posibilidad de que el proyecto forme parte de dichas prácticas, lo que es ideal, ya que puede abrir las puertas a futuras contrataciones para cubrir puestos vacantes en las empresas de los diferentes sectores de actividad.
Obviamente, el renombre de la institución que imparte el máster influye considerablemente en la validez y reconocimiento. No es lo mismo estudiar en una universidad local y poco conocida que en una internacional y con convenios con numerosas empresas. Eso incluye no sólo a los profesionales que acompañan el proceso de aprendizaje sino también el modelo de enseñanza, los recursos, la gestión académica y administrativa, las instalaciones, en definitiva, trasciende a la calidad de la formación recibida.
El networking es esencial para tu futuro profesional. El tipo de institución en la que estudies determinará el grado de interacción que tendrás con empresas y otros profesionales del sector. Algunas promueven la asistencia a eventos y ferias, así como la organización de charlas o conferencias con temáticas estrechamente relacionadas con el área de estudios. Todo eso son oportunidades ideales para estrechar manos, conocer nuevos perfiles profesionales, inversores e incluso sembrar la semilla de nuevas ideas o proyectos.
Otro factor que, prácticamente, va de la mano de los dos anteriores. La tasa de empleabilidad es, sino el más importante, el segundo aspecto más importante a valorar a la hora de elegir qué máster en marketing estudiar. Las grandes entidades suelen dar datos en porcentajes, aunque el mejor aval de sus cifras son las empresas con las que colaboran, la disponibilidad de un programa de prácticas y las actividades complementarias que ofrecen.
¿Es algo orientado a profesionales que buscan crecer o más bien algo pensado para estudiantes que simplemente necesitan un máster que hacer para engrosar currículum? La respuesta a esto determina, y mucho, el tipo de formación que vas a tener, su grado de especialización y las puertas que podrá abrirte en el futuro. Nuestra recomendación, sin duda, es que te decantes por lo primero siempre que puedas.
La flexibilidad horaria es más que necesaria cuando se combinan trabajo y estudios. Las personas que buscan un máster profesional suelen ser trabajadores que aspiran a más, por lo que es indispensable tener claramente establecidas las franjas horarias del día. Algunos másters ofrecen lecciones en días concretos de la semana, por la tarde o por la mañana. Otros, en cambio, dan flexibilidad total con clases online que pueden ser en tiempo real o en diferido, según las características propias del programa. De esa manera, podrás compaginar libremente tu actividad profesional con los estudios, tu vida personal y familiar.
Nota de prensa.
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