4 cambios que podrían poner patas arriba el mundo del trabajo en 2022

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2021 fue pródigo en cambios en el universo laboral, pero 2022 parece abocado a traer también muchísimas novedades al mundo del trabajo.

La manera en que nos aproximamos al trabajo ha cambiado de manera absolutamente radical en el último año, cuando nuestra dependencia de la tecnología en los entornos laborales (y en todos los ámbitos de nuestra vida en general) creció a pasos agigantados.

Durante los últimos doce meses, y con la tecnología a nuestra vera, el trabajo híbrido se convirtió en el pan nuestro de cada día. 2021 fue pródigo en cambios en el universo laboral, pero 2022 parece abocado a traer también muchísimas novedades al mundo del trabajo.

En un artículo para Fast Company Scott Dust disecciona las 4 grandes transformaciones de las que seremos testigos en el trabajo durante el próximo año:

1. La definición de flexibilidad continuará evolucionando

Los empleados les piden toda una plétora de cosas a su puesto de trabajo: un salario justo, oportunidades para crecer y desarrollarse profesionalmente, una cultura laboral positiva y mucho más.

Sin embargo, en el último año y, si bien el sueldo sigue siendo la prioridad número uno de los trabajadores, hay un factor que ha ganado notablemente en protagonismo: la sacrosanta flexibilidad.

Así y todo, el concepto de flexibilidad está a expensas de múltiples cambios. Si antes la flexibilidad era equivalente a tener un horario de trabajo flexible, trabajar a media jornada los viernes o reorganizar nuestra jornada laboral a lo largo de la semana, esta definición se ha quedado caduca.

Cuando hoy en día los empleados reclaman flexibilidad a las empresas, desean poder trabajar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Los antediluvianos y estrictos horarios se quedan fuera de la ecuación en este concepto de flexibilidad, que consiste básicamente en tener lista una determinada tarea para una fecha específica sin la atadura de una agenda concreta.

Las organizaciones que pongan en primer plano la flexibilidad lo tendrán en términos generales mucho más fácil para atraer y retener al mejor talento. Con todo, algunas empresas rehúyen deliberadamente la flexibilidad (quizás porque sus productos y servicios exigen de manera más perentoria las interacciones cara a cara).

2. Personalización de las opciones de trabajo híbrido

Durante la pandemia la organizaciones se vieron obligadas a enviar a sus empleados a casa para trabajar de manera remota. Y los trabajadores disfrutaron en buena medida de la posibilidad de trabajar desde casa. Con el «home office» el bienestar, la conciliación y la productividad de los empleados parecieron emprender la cuesta hacia arriba. Las empresas recelaron, no obstante, del teletrabajo en su vertiente más pura y apostaron por una fórmula híbrida: la del trabajo híbrido.

En los últimos doce meses el trabajo híbrido se convirtió en la norma en el mundo del trabajo. Sin embargo, hay tantas fórmula de trabajo híbrido como organizaciones. En un extremo están las empresas que permiten a su plantilla trabajar desde casa siempre que así lo deseen y el otro extremo están las compañías que exigen a sus empleados estar en la oficina determinados días a la semana (a veces 4 de cada 5 jornadas).

La mayor parte de las empresas que están apostando por el trabajo híbrido se sitúan a medio camino entre ambos extremos y reclaman a sus empleados que acudan a la oficina entre dos y tres días a la semana.

Los retos a los que se afrontan las organizaciones en su apuesta por el trabajo híbrido no son baladíes en modo alguno. Y es que cada empleado afronta el trabajo en remoto de mil formas diferentes que no son siempre las más óptimas. Por esta razón es probable que en los próximos meses las empresas personalicen sus opciones de trabajo híbrido en función de las particulares necesidades del empleado.

3. Reemplazos para la comunicación cara a cara

La comunicación virtual jamás reemplazará a la comunicación cara a cara, que es definitivamente la ideal para abordar situaciones complejas y se traduce además en mejores índices de confianza.

En vista de que la comunicación virtual es difícilmente irremplazable, muchas organizaciones invertirán en tecnología para facilitar que los empleados acogidos al teletrabajo o al trabajo híbrido puedan conocerse mejor.

Empresas como BeRemote está integrando sus tecnologías en plataformas como Microsoft Teams para garantizar que sus empleados puedan forjar relaciones de naturaleza más personal. Y compañías como Cloverleaf ponen valiosos «insights» sobre la mesa para ayudar a los empleados a trabajar mejor.

Más allá de la tecnología, las empresas concederán también muchísima importancia a la elección de lugares de trabajo diferentes de la oficina a fin de unificar la visión de la plantilla, plantear preguntas difíciles y hacer sesiones de «team building».

4. La diversidad y la inclusión lo tendrán más complicado en los entornos laborales

En las fórmulas de trabajo híbrido los datos sugieren que las mujeres están a bote pronto más prestas que los hombres a trabajar desde casa (porque están también involucradas en la tareas domésticas). Y estamos ante una circunstancia altamente problemática porque pueden fácilmente emerger ventajas quienes trabajan en la oficina que no están al alcance de quienes pasan más tiempo en casa.

Los empleados que están físicamente presentes en la oficina tienen mayores posibilidades de forjar buenas relaciones con sus colegas. Y suelen ser contemplados como trabajadores más productivos por estar físicamente en la oficina. En consecuencia, y por el mero hecho de estar presentes en la oficina, estos trabajadores disfrutan normalmente de más ventajas a la hora de ascender en la escalera corporativa y de incrementar sus emolumentos.

Quizás el trabajo híbrido (y esto es definitivamente una mala noticia) termine poniendo palos en las ruedas a la diversidad y la inclusión en el trabajo.

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