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Crecer y expandirse es uno de los objetivos que se plantea cualquier empresa o marca desde su nacimiento y una vez que su modelo de negocio está totalmente consolidado y resulta rentable.
En este sentido, hay muchas formas de expandirse en el mercado, desde el lanzamiento de nuevos productos a dirigirse a un nuevo tipo de consumidor, o, por qué no, apostar por la apertura uno o varios locales. Eso sí, esta opción es la más compleja y se hace necesario conocer los posibles riesgos a los que nos enfrentamos si nos decantamos por ella.
En este sentido, resulta recomendable un buen estudio de expansión que asegure que la inversión que se va a realizar generará beneficios. Por tanto, ¿qué aspectos deben tenerse en cuenta antes de expandir un negocio hacia nuevas zonas?
- Analiza la viabilidad de tu negocio. Es el primer paso que debe realizar cualquier marca que busque expandir geográficamente su negocio. Asegurarse de que se cuenta con los medios necesarios para hacerlo es un punto clave para garantizar la viabilidad futura del negocio. ¿Cuento con el capital necesario? En caso de pérdidas, ¿dispongo de un margen económico para hacerlas frente? Éstas son solo algunas de las cuestiones que hay que plantearse antes de realizar cualquier operación. Cabe destacar, que resulta recomendable que la apertura de un nuevo establecimiento no debe de comprometer el beneficio que se obtiene en el resto de los locales, ya que una mala gestión o una toma inadecuada de decisiones en el nuevo, puede generar la quiebra de la marca o empresa.
- Estudia la financiación que necesitarás. Si se dispone del capital suficiente para abrir un nuevo establecimiento, lo ideal sería explotar esta opción. Eso sí, será necesario contar con los ingresos adecuados para costear la operación y disponer de un margen de error suficiente por si la operación no saliese bien. En caso de que se necesite financiación para poder abrir un nuevo local, siempre se puede optar por vías externas como la solicitud de un préstamo bancario o buscar un inversor o socio.
- La elección de la localización y el mercado, clave. Una vez revisada la viabilidad de la apertura de un nuevo establecimiento, el siguiente paso es saber cuál es el mejor lugar en el que situarse. En este sentido, el tipo de población, el nivel socioeconómico de la zona, las necesidades de los consumidores, el precio de los otros locales comerciales y la presencia, o no, de la competencia son algunas de las claves que determinarán cuál es la zona más adecuada para abrir el nuevo negocio. La analítica de datos es esencial para responder a estas cuestiones, y más concretamente las herramientas de geomarketing. Con estos softwares, las empresas pueden visualizar, por capas de información, todos los datos relevantes de una zona para tomar las mejores decisiones.
- Organiza el nuevo local para su viabilidad. La apertura de un establecimiento debe organizarse desde cero, teniendo en cuenta aspectos como los costes y la previsión estimada de crecimiento. Uno de estos costes que habrá que tener en cuenta es el del local físico, cuyo precio no debería superar un 20% de los gastos totales tanto en alquiler como en hipoteca. Otro aspecto que considerar son los salarios de los nuevos empleados y, por supuesto, los trámites administrativos como el pago de impuestos, que serán necesarios realizar.
En este punto, podemos afirmar que no existe una estrategia de expansión mejor que otra, todo depende de la actividad de la empresa, del tipo de producto que comercializa y de su capacidad para poder acometer una estrategia u otra. En cualquier caso, en numerosas ocasiones es algo que sucede de forma natural para dar respuesta a necesidades de clientes potenciales de diferentes áreas geográficas o países.
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